#24. Multidimensionales: abrazando la complejidad.

Comic de Liana Finck

Si te digo «cuerpo», ¿qué es lo primero que se te viene a la mente?

¿Y si te digo «mente», en qué órgano la ubicas?

Y, si crees en ello: ¿de qué tamaño es nuestro espíritu/alma?

La relación cuerpo-mente-(espíritu) está llena de interrogantes: ¿dónde acaba el cuerpo físico y comienza la mente?, ¿cuál es el puente entre la mente y el espíritu?, ¿conocemos todo aquello que somos?

I.

En el libro que inspiró el newsletter anterior, Rest is Resistance, la autora habla del cuerpo como un lugar de liberación, ya que un portal se abre cuando disminuimos la velocidad, un portal que nos permite imaginar, inventar y sanar. Ella dice que desde muy pequeñas comenzamos el lento proceso de desconexión de la necesidad de descanso de nuestro cuerpo y somos elogiadas cuando nos esforzamos hasta el agotamiento, aprendiendo a ignorarlo, a medida que vamos interiorizando las ideas que los sistemas que habitamos (y en los que participamos) tienen sobre nuestro nuestro cuerpo que, generalmente, se compara con una máquina.

Lo de ser una máquina se opone completamente a la percepción que se tiene del cuerpo en los escritos antiguos de la India, (por ponerles un nombre), donde el cuerpo físico se entiende como recipiente de lo divino/trascendental. Aquí, pienso específicamente en el segundo capítulo del Taittriya Upanishad donde aparece originalmente la teoría de las cinco envolturas (pancha kosha) que, hoy en día, se ha integrado ampliamente en las enseñanzas y prácticas conectadas con el Yoga Postural moderno. 

Body as Shell, obra de Alwar Balasubramaniam

En términos muy generales, los Upanishads muestran la visión del mundo y la trascendencia en donde las enseñanzas se centran en diferentes tipos de aproximaciones entre aquello que es real v/s aquello que no lo es. En este sentido, algo central tiene que ver con la relación que existe entre Brahman, (realidad última, invisible, incorpórea, inexplicable y sin soporte), y atman, (ser individual). Brahman es omnipresente y está también en lo más íntimo, establecido en la cavidad del corazón de cada una, pero no somos consciente de ello pues está cubierto u oscurecido por muchas capas de ignorancia en forma de envolturas o koshas:

  • Annamaya kosha (capa física)

Tiene un principio y un fin. Relacionada a todo aquello que debe ser nutrido para sobrevivir. 

Todos los seres que existen en la Tierra nacen de la comida. Luego viven de la comida; finalmente vuelven a ella y se funden para convertirse en comida, así que, en verdad, la comida es la más antigua de todas las criaturas. Por eso se la llama el medicamento para todos. Aquellos que meditan en Brahman como alimento, en verdad obtienen todo el alimento; de la comida nacen todos los seres, y una vez nacidos, crecen (consumiendo) comida. La comida es lo que comen los seres y también lo que al final los come; por eso, la comida se llama annam.

  • Pranamaya kosha (capa energética)

Energía vital. Respiración como medio para acceder al prana que es, a su vez, un puente entre cuerpo y mente.

Aparte de esa formada por la esencia de los alimentos, hay un alma interior (envoltura) hecha de prana. Con ella se llena. Esta (pranamaya) tiene la misma forma que la anterior. Su forma humana es exactamente igual a la forma humana de la anterior. De ésta, Prana es la cabeza, vyana es el lado derecho, apana el lado izquierdo, akasa es el tronco, la tierra es la cola o el soporte.

  • Manomaya kosha (capa mental)

Pensamientos, emociones, sentimientos. Responsable de procesar la información sensorial y las respuestas.

En ese primero (annamaya), este pranamaya es el atman. A diferencia de este pranamaya -el yo hecho de pranas-, hay otro yo constituido de mente, con ese yo hecho de mente el pranamaya está completo. Este también tiene la forma de la persona. Su forma humana es acorde con la de (la envoltura) anterior. De ella, Yajus es la cabeza, RK es el lado derecho, Saman es el lado izquierdo, el mandato de las escrituras es el tronco y el grupo de himnos de Atharva-vada es la cola y el soporte.

  • Vijnanamaya kosha (capa intelectual)

Intuición, sabiduría, discriminación, discernimiento.

A diferencia de la que está formada por la mente (manas), existe otra alma interior formada por la inteligencia (vijnana), y por ella se llena este yo-manomaya. También tiene la forma de la persona. Según la forma humana anterior, es la forma humana de ésta. La fe (sraddha) es su cabeza, la rectitud (rtam) su lado derecho, la verdad (satyam) su lado izquierdo, el yoga es el tronco y el intelecto total (mahah) es la cola y el soporte.

  • Anandamaya kosha (capa de felicidad, beatífico, del alma)

De eso, de lo anterior, este verdaderamente es el ser encarnado, diferente de este ser hecho de intelecto (vijnanamaya) es otro ser dentro, formado de felicidad (anandamaya). Por esto, eso se llena (por anandamaya el vijnanamaya se llena). También tiene la forma de la persona. Según la forma humana de eso es la forma humana de esto. De él, la alegría (priya) es el lado derecho, el regocijo (moda) es el lado izquierdo, y la felicidad (pramoda) es el tronco. Brahman es el soporte de la cola.

(Las citas están tomadas de una de las pocas traducciones al inglés que encontré del Taittriya Upanishad, traducidas al español por mi. Me tomé algunas libertades pero intenté conservar lo esencial.)

II.

Estas últimas semanas, he estado leyendo un libro titulado Un Cuerpo Al Fin, de la psicoanalista y escritora argentina Alexandra Kohan. En el libro, ella habla del encuentro que Freud tuvo a fines del siglo XIX con algo que cambiaría la percepción de nosotras mismas, (desde el europeocentrismo al menos), para siempre: el inconsciente. Ese encuentro, a veces se dice que fue un descubrimiento que, obviamente, no sucedió de un momento a otro, sino que fue algo que él fue observado y que le permitió luego desarrollar su teoría de manera más compleja y sistemática, siendo la base del psicoanálisis. 

Este nuevo lugar en la psique humana es entendido como un nuevo cuerpo, un cuerpo que no se deja reducir al saber de la ciencia. Un cuerpo otro. Diferente del de carne, hueso y sangre. El primer capítulo del libro, de hecho, se titula Un nuevo cuerpo acontece. Un cuerpo nuevo. 

Si pudiéramos generar un puente entre ese cuerpo nuevo y las envolturas del alma del pancha kosha, me parece interesante reflexionar sobre dónde estarían ubicados los sueños, el ego, los recuerdos, los síntomas. Yo no tengo las respuestas ya que mi conocimiento es muy limitado, sin embargo me interesa la idea que ambas teorías, siendo tan diferentes, proponen: no sólo somos cuerpo físico y hay misterios también en nuestro interior.

III.

Durante algún tiempo, leí bastante sobre ayurveda y una de las cosas que más me quedó es la importancia que le dan a la digestión, sobre la que tienen una perspectiva fascinante. Según esta visión, no solo digerimos la comida, sino también cada experiencia de nuestra vida: emociones, procesos, golpes, dolores y alegrías, los altos y los bajos. ¿Cuánto nos demoramos realmente en digerir el nacimiento de una hija/o?, ¿la muerte de un ser amado?, ¿el viaje al lugar de nuestros sueños?

Me gusta pues esta forma de comprender la digestión como un proceso que implica transformación e integración, la eleva de un simple proceso físico, (que de simple no tiene nada), a un fenómeno trascendental que abarca todos los aspectos de nuestra existencia. Esta perspectiva holística nos recuerda la interconexión entre nuestro cuerpo físico y nuestros aspectos mentales y emocionales, (y espirituales): A menudo, una enfermedad física puede ser una señal para nuestros otros cuerpos, y el proceso de sanación puede continuar en niveles más sutiles incluso después de que el cuerpo físico se haya recuperado.

Teorías antiguas como la de las envolturas o el concepto del inconsciente en la psicología moderna, si bien distantes en tiempo y objetivos, nos ayudan a visualizar la multidimensionalidad del ser humano. En un mundo donde cada vez más nos vemos a través de pantallas como si fueramos bidimensionales, estas ideas nos recuerdan que nuestra experiencia vital es mucho más profunda. No se trata simplemente de agregar una dimensión física a nuestra percepción, sino de reconocer las múltiples capas que conforman nuestra existencia y aspirar a que ojalá exista armonía entre ellas, reconociendo la complejidad y riqueza de la experiencia humana.

Con aires cada vez más primaverales, el próximo lunes 02 comenzamos el ciclo de clases de Septiembre en los siguientes horarios:

Valores, inscripciones y toda la información necesaria la encuentras AQUÍ.

Espero tengas un lindo fin del invierno y que la primavera llegue llena de calorcito y amabilidad.

Muchas gracias por leer, ¡hasta la próxima!

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