#19: Sobre el Adentro y el Afuera.

​I. Desapego.

Aquel que se ata a una alegría
destruye la vida alada;
pero aquel que besa la alegría según vuela,
vive en la aurora de la eternidad. 
William Blake

Dentro del contexto del yoga, el desapego se define como la capacidad de mantener una actitud equilibrada y desprendida hacia los resultados de nuestras acciones. Esto implica llevar a cabo nuestras acciones con compromiso y diligencia, sin aferrarnos excesivamente a los frutos de dichas acciones.
Siguiendo a Patañjali, el desapego, o Vairāgyam, se erige como uno de los dos pilares, después de Abhyāsa (la práctica de yoga), para alcanzar el estado de restricción de las fluctuaciones de la mente, o nirodha, lo cual conduce al estado de yoga. Vairāgyam se traduce como desapasionamiento, renunciación, desapego, o ausencia de anhelo por los objetos de los sentidos.
En principio, el desapego de Patañjali se dirige hacia el afuera, hacia lo externo, hacia aquello que no es «real» en el sentido trascendental. Se trata de un desapego emocional hacia lo sensorial, una forma de ejercer control sobre la conciencia a través de la disciplina y la discriminación correcta, y no una apatía indiferente. Como menciona Edwin Bryant: «El verdadero desapego radica en la indiferencia hacia los objetos de los sentidos, ya sea en su ausencia o presencia».
En este sentido, Patañjali nos indica que lo real reside en el interior, aunque no todo lo interno es verdadero

II. Sentidos.

Entre lo comprendido y lo que falta no hay medida 
ni comparación posible:
por eso se apresuran quienes esta verdad vislumbraron
por el camino oscuro, no trazado, puramente interior…
Hadewijch van Antwerpen

A lo largo de mi vida, he experimentado numerosas rupturas de paradigmas, tanto internas como externas. Una de las más interesantes proviene del campo de la neurociencia, (del cual soy una observadora atenta, de ninguna manera una experta) y su nueva interpretación de los sentidos de percepción sobre la que he escrito con anterioridad aquí y aquí.
Antes, se reconocían cinco sentidos y todos ellos nos dirigían hacia el exterior. Ahora se han identificado, al menos, dos más que nos guían de manera exclusiva hacia adentro: cómo se posiciona mi cuerpo en el espacio y cómo percibo las sensaciones internas del cuerpo, (latidos de mi corazón, mi respiración, la digestión, entre otros).
Me parece que, sin duda, la incorporación de la interocepción y la propiocepción en la comprensión de los sentidos agrega una capa adicional de complejidad a la práctica del desapego. Pareciera ser que es otra dimensión en la que aplicar la discriminación consciente. Personalmente, creo que el desapego «interno» no implica en ningún caso ignorar o negar las sensaciones y experiencias que suceden adentro, sino cultivar una relación sabia con ellas, reconociendo que, al igual que en el afuera, en el adentro también hay muchos aspectos de naturaleza impermanente.

III. El Cuerpo.

Soy de cuatro patas
preferentemente, 
las ramas 
me saldrán por la piel,
estoy obligada a ser 
un ángel con la pelvis
en llamas. 
Cecilia Vicuña

La metáfora que compara al cuerpo con una máquina ha sido utilizada en Europa, (en Occidente), desde el siglo XVII, especialmente después de Descartes. Si conectamos esa metáfora con la filosofía del yoga, que propone la existencia de más de un cuerpo, (asunto que es alucinante), podríamos considerar que, en realidad el cuerpo es cinco máquinas en una: una procesadora de alimentos (annamaya kosha), una generadora, almacenadora y distribuidora de energía (pranamaya kosha), una máquina con inteligencia «artificial» (manomaya kosha) y sistemas de procesamiento cognitivo (vijñanamaya kosha) y, sabiendo siempre que la metáfora no alcanza, algo parecido a una antena (anandamaya kosha). 

A pesar de su utilidad para reflexionar sobre ciertos aspectos, como la dualidad entre el cuerpo y la mente, la metáfora del cuerpo como máquina me resulta cada vez menos atractiva. Y es que la dualidad no alcanza a abarcar todo lo que sigue siendo el cuerpo, que persiste como un misterio insondable, ese punto de encuentro y, al mismo tiempo, ese límite entre lo externo y lo interno. Reconocer este misterio nos invita a transformar la percepción y comprensión de nosotras mismas, invitándonos a reflexionar lo que creemos ser, a cuestionar el apego a la identidad puramente física y a adentrarnos en un reino de exploración interna. Al hacerlo, podemos abrirnos a una experiencia más auténtica y enriquecedora de la vida, donde el desapego no es sólo una renuncia a lo tangible, sino un abrazo consciente a nuestra esencia más allá de las apariencias.

Ahora bien, en asuntos más prácticos:

En La Salita, se vienen algunos cambios pues los profesores Marcela Coggiola y Jose de la Maza estarán impartiendo clases mientras yo me tomo un receso temporal de mis clases regulares para concentrarme a tiempo completo en otro proyecto laboral durante algunos meses.

Si deseas conocer las opciones de horarios disponibles, puedes consultarlas AQUÍ.

De todas formas, no dejo las clases de forma definitiva pues mi intención es hacer, al menos un taller mensual, comenzando por este, en el que todas y todos son bienvenidas.

El 11 de Noviembre daré un taller titulado: «Espalda baja, caderas y abdomen».

La intención es explorar la conexión entre estas partes y la importancia que tiene en el desarrollo de las posturas de pie.
Toda la información está la encuentras haciendo click en la foto de la derecha.

Como siempre, muchas gracias por leer. ¡Hasta la próxima!

Publicado por Alejandra

Yoga y +

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