Las clases de Alejandra han sido para mí la oportunidad de volver a practicar yoga Iyengar, una disciplina que donde vivo, Iquique, no había podido encontrar. La forma de enseñar de Alejandra me resulta muy respetuosa, cercana y atenta a las necesidades de cada alumna. El progreso que he sentido ha sido importante, experimentando cambios tanto en el plano físico como emocional. Esta práctica está llena de sabiduría, y despierta en lo más profundo el Espíritu que todos tenemos.