#14: Yogaalegre: La Salita.

Hace muchos años, escuché una charla de Alan Watts, en la que hablaba de la «flip-flop ability of things», o la capacidad de cambio que tienen las cosas, su capacidad de hacer flip-flop. De aparecer y desaparecer… es que a veces estamos en flip y luego el asunto transmuta en un segundo y es flop. Podemos pensar en lo que sucede con los traumas, la muerte de los seres amados, noticias inesperadas, etc. Todos ellos ejemplos evidentes de los flip-flops de la realidad/consciencia que tienen una irrebatible connotación dolorosa, sin embargo, sin bien la charla también hablaba de la ansiedad, Watts se refería a la condición misterio-traviesa de la vida, ya que, en su opinión, «la existencia, el universo físico es, básicamente, juguetón». Además, ya que el flip contiene al flop y vice versa, (porque los opuestos están unidos en su interior), su alternancia de alguna manera genera un ritmo, una música y, si nos agarran de ánimo, porque no, un baile.  

Esta introducción es para compartir que las últimas dos semanas, por múltiples razones, han sido clases magistrales de flip-flop. La razón principal es que, después de muchísimos años en los que me resistía a la idea de tener un espacio de práctica y enseñanza «propio», resulta que el Lunes 05 de Junio, comenzamos un nuevo ciclo de clases en un nuevo espacio: Yogaalegre, La Salita. 

La Salita está ubicada en Darío Urzúa 2130, Providencia, en una casa preciosa donde hay otros espacios ocupados por personas dedicadas a diferentes cosas, la mayoría asuntos creativos. Aún falta poner las cuerdas pero la intención es que sea un espacio familiar, una salita «boutique», full equipada para un máximo de 8 cupos por horario de clases. Por Junio, los horarios serán solo en la mañana, sin embargo, si desearías que hubiera nuevos horarios de clases, tu opinión será tomada en cuenta si respondes este fomulario.

Si tuviera que decir qué cosa me hizo cambiar de opinión, no podría apuntar a un asunto en específico. Diría que son más bien múltiples situaciones que generaron un cuestionamiento en mi interior: ¿qué pasaría si…?
Y aquí estamos: yendo pa´ delante.
Si bien La Salita es un proyecto personal, la vida es relación y no podría estar llevando a cabo este cambio sin el apoyo de tantísimas preciosas personas que me rodean y que me dan todos los ánimos cuando me invaden las inseguridades. Gracias especiales a la gran mayoría de las/os practicantes que vienen a mis clases, algunas desde hace muchos años en el mismo lugar y que, aún así, se han abierto al cambio de ubicación y espacio.
GRACIAS GRACIAS.

Para finalizar, comparto cinco preguntas filosóficas de acuerdo a Alan Watts, las compartí hace un tiempo en mis historias de instagram pero siempre es bueno, (y divertido), recordarlas:
1.- ¿Quién empezó?
2.- ¿Lo lograremos?
3.- ¿Dónde lo vamos a poner?
4.- ¿Quién va a limpiar?
5.- ¡¿Es en serio?!

Además, y ya que no pude encontrarla completa, aquí puedes encontrar un mix musical de la charla a la que me refiero al comienzo.

Muchísimas gracias por leer este newsletter casi totalmente informativo, espero que ya puedan venir otros con mayor tono reflexivo y filosófico, como me gustan a mi 😉
¡Hasta la próxima!